Matices

Él es como esas canciones que las escuchas una vez, no acaban de gustarte, pero sin saber por qué, vuelves a hacerlas sonar. Y poco a poco te van sorprendiendo más. Y más. Y más. Te van atrapando... Y al final entiendes que eran tan buenas que no bastaba con escucharlas un par de veces para interiorizar todo aquello que guardaban, todo aquello por lo que solo quiénes le dedicaran tiempo lograrían extraer el significado de cada nota. De cada matiz de cada sonido de cada cuerda de esa guitarra. De cada esfuerzo al arrastrar el dedo en el aire. De cada movimiento suave, delicado. De cada roce de los párpados cerrándose al cantar. Por eso él, era tan especial, pero pocas personas esperaban a su lado para descubrirlo.

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