Te dejo, ya dejé demasiado tiempo que me dejaras tú.


Te dejo. Dejo de mirarte, de buscarte, de esperarte. Te dejo que dejes de hacerlo tú. Dejo de intentar recuperar el tiempo perdido contigo. Lo dejo. Dejo de meterme en tus manos retorcidas. Debo dejarme caminar sin ti a mi lado. Dejo de seguirte. Te dejo ahora, porque para dejarte he tenido que entender que dejarme a mí no era una opción. Te dejo por mí, por ti y por todos mis compañeros. Te dejo así porque ni siquiera tuviste el valor de despedirte. Te dejo. No necesito no dejarte. Eres prescindible igual que todas las personas que nos han dejado, nos dejan y nos dejarán. Te dejo, ya dejé demasiado tiempo que me dejaras tú.

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